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Mañanas de domingo

 

Una mañana de domingo es inevitablemente placentera, en mi barrio ¡es una delicia! En las calles hay tan poco movimiento que los sonidos no se dejan colar y solo se escuchan los pajaritos en las ramas del árbol que cae sobre la claraboya.  

Mis vecinos más cercanos son absolutamente armoniosos con este estado de paz, con lo cual , en caso de que se escuche algo , no cambia en nada el grato ambiente

Cada domingo resplandeciente el ambiente invita a salir al parque , a la playa o a donde sea y  en temporada de frio, lluvia o ambos seduce a disfrutar el calorcito del hogar.

Hasta que se hacen las 10 y pico  de la mañana, ahí, a esa hora comienza a entrar por las aberturas una música como de organillo antiguo acompañada de una voz de vendedor de feria ambulante rematando en un tiruruiru de absoluta distorsión con cualquier tipo de sonido armónico que se te pueda ocurrir.  

La primera vez me arme de paciencia, estaba segura que se trataba de un vendedor ambulante que por mucho ruido que hiciera, era alguien buscándose la vida y merecía mi respeto.

Casi dos meses después descubrí perpleja cual era la realidad : era una motito eléctrica manejada por joven que ponía esta pésima grabación de una peor aún publicidad de ciertos locales, se autodenominaba “ publi moto o algo así”.

No se me ocurre pensar quien cree que es una buena idea asociar su marca o su negocio a esto, entiendo que “la libertad es libre y para todos los gustos” pero ¿en serio un domingo de mañana en un barrio silencioso?   ¿Nadie se ha dado cuenta que el efecto que produce es el opuesto al buscado?

Se me ocurrió apelar al sentido común y escribirles a ver si tenía suerte de que alguien pensara, cosa que no funcionó, entonces me dije que iría al organismo que la permisa , a ver si ellos que en teoría están al servicio de la comunidad podían convencerlos. Lamentablemente la única manera es hacer una denuncia que suena feo pero no es tan grave porque no toman acciones así solo por una denuncia , solo revisan la situación y a mi me pareció una buena idea para mediación de intereses , entendiendo que los míos eran solo la paz del barrio y el derecho a descansar de la bulla un domingo.

Mi sorpresa fue grande, inmensa diaria y sobrepasó toda mi capacidad de comprensión :  hacer esta denuncia tenia cantidad de requisitos , en mi opinión exagerados pero podemos concederles cierta lógica a cada uno , especialmente porque este organismo regulador tiene mucha fama de auto justificarse en la burocracia. Lo insólito es que tiene costo , si como lo leen :

Denunciar un elemento publicitario perturbador tiene costos, más que eso tiene una tabla de costos que me resulto imposible descifrar porque parecen depender de qué tipo de denuncia y de que inspección queremos que se le haga a lo denunciado. Los costos parten de unos 8 dólares hasta 8000, pero repito , no me quedo quien paga que en que instancia.

Obviamente aprendo a convivir con este señor cada domingo,  no solamente porque no me da para pagar por denunciarlo, sino que no creo que tenga sentido denunciarlo frente a quienes hacen claro abuso de los ciudadanos, resulta más simple ponerse una musiquita cada domingo a la misma hora o salir un poco antes en verano .

 

Fotografia : OCHI®

 Costos de denuncia

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